Niños juegan y sueñan con llegar a EU. Así es un día en la estación migratoria de la CDMX
"One, two, three, four".
Se divierten, en medio de un futuro incierto. Algunos vienen de África, otros, como Jeyson, de Centroamérica.
Jeyson: migrante: "Tengo cinco años, soy de Honduras (…) lo que más me gusta ver, el futbol. No, no, caricaturas de Dragon Ball".
Jeyson viaja con dos hermanos y con su madre, Martha. Quien narra que se integró a una caravana migrante, pero decidió quedarse en México cuando uno de sus hijos, enfermó.
Martha, madre migrante: "Pues en esos días que al niño me le dio neumonía, me fue mal porque nosotros andábamos sin dinero".
Reciben atención en una casa religiosa para migrantes en Iztapalapa, Ciudad de México. Aquí los niños mezclan culturas e indumentarias.
Por ratos juegan a ser médicos. Y también quienes ya escriben, dan un repaso a sus derechos. Aisha es madre de dos pequeños, viene de Uganda, África.
Aisha, migrante: "Vine hace dos meses, estuve un mes en el centro de detención y el otro mes en la casa de migrantes".
Los menores están a punto de convertirse oficialmente en refugiados. Contaban con seguro popular, pero eso se terminó.
Sharli Suárez, colaborador albergue: "Sí tenemos muchas necesidades, la primordial es la médica (...) tuvimos respuesta en los primeros envíos o canalizaciones de personas migrantes, pero después ellos no han querido aceptarnos más atenciones".
Pero estos pequeños no son los únicos que han abandonado su país. En el primer semestre de este año 2019, han llegado a México al menos 33 mil 122 niños migrantes, es casi el triple si lo comparamos con el primer semestre del año pasado, cuando ingresaron a nuestro país, apenas 14 mil menores migrantes.
La socióloga Tania Granados advierte que el golpe cultural y emocional para ellos, será irreversible.
Tania Granados, socióloga especialista en infancia: "No hay como tal una política pública, no hay asignación de presupuesto (...) Llegar a un sitio nuevo, eso tiene impactos considerables, los duelos en específico cuando tienen que dejar sus juguetes, sus mascotas".
Mientras tanto en este y en otros albergues, los menores migrantes, como Musai, un africano de 16 años, mantienen sus anhelos.
Musai, migrante africano: "En México el fútbol es un deportivo muy grande, yo creo que tengo mucha oportunidad, mucho chance para jugar aquí".
Es el rostro infantil y adolescente del fenómeno migrante en México.
UnoTV, Juan Rivas
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