"El Güero" Palma Salazar ocupa la celda antigua de "El Chapo"
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Desde anoche, Héctor "El Güero" Palma Salazar ocupa la celda que dejó vacante Joaquín "El Chapo" Guzmán en el penal del Altiplano, en Almoloya, Estado de México.
Es la celda número 4, la que fue reforzada con barras de acero en los pisos, cámaras de circuito cerrado que captan sonidos y que no tiene puntos ciegos, además de personal de vigilancia las 24 horas del día. Palma Salazar se encuentra en esa prisión de máxima seguridad debido a su alto grado de peligrosidad, y no por los delitos de los que se le acusan.
Ayer fue repatriado de Estados Unidos, donde enfrentó una condena de 16 años de cárcel por tráfico de drogas.
El viernes salió de la prisión de alta seguridad de Atwater, en California, al obtener la libertad anticipada por buena conducta. Sólo purgó nueve años de su condena.
A las 5 de la tarde con 15 minutos, personal de migración y aduanas de Estados Unidos entregó a Palma Salazar a agentes de migración de México, en la garita fronteriza "Puente Nuevo", de Matamoros, Tamaulipas.
"¿Estoy detenido?" Fue lo que "El Güero" Palma Salazar preguntó a los agentes de la PGR al pisar territorio mexicano. Uno de ellos le respondió en forma contundente: "No, señor".
De inmediato fue trasladado al Aeropuerto Internacional "Servando Canales", de Matamoros, donde lo esperaba un avión de la Armada de México para llevarlo a la capital del país. En el operativo participaron elementos de la Policía Federal, del Ejército y la Marina.
A las 8 y media de la noche, la aeronave aterrizó en el Hangar de la PGR, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
De inmediato, lo subieron a uno de los cuatro helicópteros que se enfilaron hacia el penal del Altiplano, donde decenas de elementos armados vigilaban la zona. En la celda 4, Palma Salazar estará aislado de toda la población y vigilado día y noche.
Sin embargo, al fundador del Cártel de Sinaloa no se le acusa de narcotráfico. En esta ocasión la Fiscalía de Nayarit cumplimentó una orden de aprehensión por su probable responsabilidad en dos homicidios ocurridos en esa entidad. El caso es que en 1995 Palma Salazar habría ordenado el asesinato de un subcomandante estatal que operaba bajo las órdenes del Cártel de Sinaloa pero que se pasó al Cártel de Tijuana. En el ataque también murió el acompañante del policía.
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